En 1498 el rey de Portugal D.Manuel I viaja a España y se queda deslumbrado con los revestimientos cromáticos de los interiores moriscos. Y es él quien exporta los primeros azulejos a Portugal pensando en edificar sus residencias de manera semejante a los edificios visitados en España. El Palacio Nacional de Sintra que sirvio de residencia al rey es uno de los mejores ejemplos
Pero el azulejo no es una cosa del pasado, actualmente son muchos los arquitectos que revisten sus obras con este material, así tenemos como ejemplos la “Casa da Musica” de Rem Koolhaas en Oporto, el Farol de Santa Marta de Aires Mateus en Cascais, el “Oceanário” de José Campos en Lisboa… También el afamado Siza bebe de la tradición portuguesa de crear murales pintados con motivos religiosos, así podemos ver el de la Iglesia de Marco Cananvezes o en Fátima.
Actualmente vemos inmensas aplicaciones de azulejos en ambientes interiores, decorando baños y cocinas, formando paneles decorativos… Y por último la moda colorida del azulejo a traspasado la arquitectura aplicandose a todo tipo de objetos.